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Tratamientos

Depilación láser

El láser viene siendo usado para propósitos médicos en las últimas décadas, es una tecnología avanzada de luz muy intensa y alineada en una sola dirección.

Eliminación selectiva y permanente del vello con láser de alta precisión

El láser viene siendo usado para propósitos médicos en las últimas décadas, es una tecnología avanzada de luz muy intensa y alineada en una sola dirección, que en este caso tiene la capacidad de penetrar en ciertos tejidos como las capas superficiales de la piel y ser absorbida por el objetivo al que estamos apuntando: la melanina contenida de una manera más concentrada en los folículos pilosos, aumentando su temperatura y produciéndoles daño térmico. 

La zona tratada puede adquirir un ligero enrojecimiento durante unos minutos después del tratamiento. En algunas personas, este color puede persistir unas horas.

 

La técnica de depilación láser ha sido especialmente diseñada para eliminar vello de todos los colores y texturas, en distintos tipos de piel y en todas las zonas del cuerpo.

Depende de la zona a tratar, del color y grosor del pelo, aunque el número medio de sesiones está en torno a las 6 u 8 sesiones. Entre sesiones puedes seguir depilándote, pero utilizando métodos que no sean de arranque, como la cuchilla, cremas depilatorias, etc.

el láser está diseñado para acabar con todos los pelos que hayan salido del estrato córneo de la piel y están al aire. También es verdad que puede penetrar hasta 2-3 milímetros y acabar con los pelos que pueden estar a esta profundidad, aparte de afectar a folículos en fase no activa que también se encuentren en la zona por un efecto del calor en la zona tratada.

Como muchas veces esta profundidad depende de factores como la zona tratada, el tamaño del spot utilizado, tipo de piel etc… nunca se puede dar por hecho que acabaremos con este vello subcutáneo ya que no es el primer objetivo del tratamiento, pero sí que probablemente acabemos con una buena parte de él y como mínimo, debilitaremos bastante su crecimiento.

Se trata de un tratamiento totalmente seguro. No existe riesgo de contagio ni infecciones.

Se puede depilar con laser cualquier zona del cuerpo o de la cara, excepto la parte inferior de la ceja, por su proximidad al ojo.

Se denomina Hirsutismo cuando el cabello grueso y oscuro crece en lugares donde las mujeres típicamente no tienen vello oscuro, como labios, mentón, pecho, abdomen o espalda.

La existencia de hirsutismo es le reflejo de hiperactividad androgénica aunque a veces es difícil decidir si la presencia de vello en una zona es normal o anormal debido a la variabilidad racial.

El diagnóstico ha de ser realizado por un dermatólogo, ginecólogo o endocrino.

El Simtrom® o Acenocumarol no es fotosensible, así que el tratamiento concomitante con el láser no tendría que dar ningún problema. Ahora bien, como no se debe tener ningún tipo de patología inestable durante la realización del láser es importante asegurarse de que los valores de coagulación sean los adecuados. También hay que valorar el post-tratamiento con un poco más de cuidado y atención.

Aunque no hay ningún estudio serio sobre la posibilidad de efectos secundarios en estas dos situaciones, dos circunstancias nos obligan a ser muy cuidadoso en estas situaciones. En primer lugar un mínimo porcentaje de embarazos y lactancias se ven interrumpidas sin causa aparente. Si una situación así ocurriera mientras se realiza un tratamiento de este tipo siempre estaríamos pensando…¿ y si no hubiera hecho el tratamiento láser?

Y luego hay otra razón importante. Todo cambio hormonal en una mujer puede afectar al crecimiento y desarrollo del pelo, así, durante la lactancia es preferible la no realización del tratamiento hasta que la madre no haya acabado ésta y por tanto se haya vuelto a normalizar su situación hormonal.

El láser de depilación, debido a su longitud de onda, penetra muy poco en la piel, considerándose que la penetración máxima que puede llegar a alcanzar es de 2 ó 3 milímetros, muy por encima de donde se encuentran las cadenas ganglionares tanto axilares como inguinales.

Aparte, esta misma longitud de onda que hace que sea tan efectiva al depilar es porque tiene una “afinidad” casi única con la melanina que recubre al pelo y como el sistema ganglionar no está pigmentado el láser no va a “verlos”.

Así, la única consideración que podríamos tener es el calor generado por el haz de láser en la zona a tratar, pero su penetración es la misma que la de acción de su haz, escasos 3 milímetros. Así, el láser de depilación no tiene ninguna acción sobre estas cadenas ganglionares.

La acción del láser es superficial y se basa únicamente en la emisión de energía en una longitud de onda que es absorbida íntegramente por la melanina del pelo. Aunque uno de los raros efectos secundarios del tratamiento con láser puede ser la aparición de una pseudo folículitis por una inflamación del folículo un poco más alargada en el tiempo, esto dista mucho de ser quistes. Así, no hay ninguna evidencia de que el láser estimule la aparición de quistes.

A pesar de la efectividad del método de depilación láser, existen zonas donde podría no ser definitiva por tener un pelo canoso o muy claro y fino. Tampoco se puede realizar a personas bronceadas ni con fototipos de piel muy altos. Durante el embarazo o lactancia no se realiza el tratamiento.

Se ha especulado mucho sobre este tema, pero lo cierto es que, teniendo la diabetes controlada, no tiene porqué suponer ningún obstáculo para llevar a cabo un tratamiento de fotodepilación. Previamente, es recomendable que el médico dermatólogo solicite un informe al endocrino. Cuando se trata de diabetes tipo I, el paciente debe saber que lo más aconsejable es variar la dosis de insulina, en función de la zona a tratar y de la sensibilidad al láser. En la diabetes tipo II, es preciso revisar la medicación, ya que algunos fármacos pueden provocar fotosensibilidad.

El tratamiento con cualquier tipo de láser está contraindicado siempre en todo paciente con enfermedad oncológica. Aún en el caso en el que el cáncer se padeciese en el pasado, el tratamiento no estaría indicado.

Si vamos a llevar a cabo un tratamiento de depilación láser y tenemos lunares, es conveniente que un dermatólogo los examine. El láser no debe aplicarse sobre ellos. Si son pequeños se pueden pintar con un lápiz blanco, y si son grandes se tapan con apósitos del mismo color, ya que el láser esquiva el color blanco. De cualquier forma, no suponen un obstáculo para realizar el tratamiento

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